A medida que disminuyen las medidas de distanciamiento social, la transmisión de la gripe puede aumentar.1 Al mismo tiempo, los expertos creen que la COVID-19 continuará circulando de manera endémica. Como resultado, es probable que tanto la COVID-19 como la gripe circulen de manera simultánea. Las pruebas rápidas siguen siendo importantes para controlar la imprevisibilidad de las enfermedades respiratorias.2
La COVID-19 y la gripe comparten síntomas frecuentes como fiebre, tos y dificultad para respirar, entre otros, lo que dificulta la diferenciación basándose únicamente en los síntomas.3
La investigación preliminar muestra que la coinfección entre COVID-19 y la gripe es posible y puede conllevar peores resultados para los pacientes, lo que significa que la supervisión de ambas enfermedades es especialmente importante en la próxima temporada de gripe.
Las pautas de la OMS apoyan las pruebas tanto para la gripe como para el sars-cov-277
“Las pruebas adecuadas para garantizar la detección y vigilancia efectivas de la gripe y el SARS-CoV-2 son fundamentales para tomar las medidas adecuadas”.
- OMS sobre la diferenciación de los virus
“Las dos infecciones suelen tener un cuadro clínico similar […]. Por tanto, es necesario distinguir entre los dos virus y sus enfermedades asociadas”.
- OMS sobre las pruebas en pacientes de alto riesgo
“Los pacientes con enfermedades graves o complicadas o aquellos con factores de riesgo deben someterse a pruebas molecuares rápidas para que los resultados puedan estar disponibles en 24 horas”.
Hacer un seguimiento de la transmisión comunitaria en una temporada impredecible
Implantar prácticas de control de infecciones lo antes posible
Prescriba el tratamiento antivírico contra la gripe o la COVID-19 a tiempo para que sea eficaz.
En función de su ubicación actual, es posible que el contenido de esta página no sea relevante para su país.